¡Antropofanía!
Soy un pecador entre pecados,
un efecto dentro de una causa
la oscuridad iluminada
que espera, que no busca,
que disimula el estruendo entre silencios.
Soy así un hombre implícito
estallando entre momentos
casi retenido dentro de un nombre templado
y aún así anónimo y de barro,
como de agua contenida en la llama seca.
Pero de vez en cuando la lógica se impone
¡antropofanía!
y me descubro iluminado
entre brillantes conclusiones
y todo yo soy bioluminiscencia sagrada.
Reconozco que hay una necedad indefinida
en este instante de sabiduría tan concreta.
¡antropofanía! Inoportunidad en el kairós.
Y sigo siendo un pobre majadero,
un lector en busca de la frase de la palabra.
(¡Antropofanía!, en Ex-Clavo, Álvaro Hernando)
Metatexto: uno es prisionero de su deseo de abandonar la ignorancia.
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